El cordero lechal es una de las carnes más degustadas por los españoles durante las celebraciones navideñas. Además de ser una carne muy tierna y suave, el cordero asado es un plato muy rico y más sencillo de preparar de lo que puedas imaginar. Eso sí, para sacarle el máximo jugo y que nos quede en su punto ideal, resulta imprescindible tener en cuenta una serie de pautas. Si quieres saber las claves para asar cordero, sigue leyendo este artículo de Frutería Madrid donde te vamos a dar una serie de trucos para asar cordero lechal y conseguir platos de diez. ¿Te animas a prepararlo?
¿Cómo hacer cordero lechal asado?
Una buena pieza de cordero bien asado es una auténtica delicia. Siguiendo unas pautas, la carne quedará tierna y jugosa, con la piel tostada y crujiente. ¿Quieres saber cómo asarlo? A continuación, te vamos a dar las claves para conseguir un cordero lechal asado perfecto. ¿Preparado?
Elegir un buen cordero lechal
El cordero lechal tiene un sabor más suave y delicado que los corderos de mayor tamaño. A la hora de comprarlo, es importante que sea un verdadero cordero lechal, es decir, que se haya alimentado de leche materna y haya sido sacrificado a los 25-30 días de vida. Podemos verificar la calidad de la carne con el correcto etiquetado y trazabilidad, que en algunas ocasiones nos tratan de ocultar. Si esto ocurre, sospecha, pueden estar intentando venderte un producto con una denominación que realmente no es. Sin moverte de casa puedes comprar cordero en la carnicería online Masmit con todas las garantías y trazabilidad, se trata de carne enviada directamente desde Merca Madrid.
Lavar bien el lechazo antes de asarlo
Este consejo es clave para un mejor resultado. Es necesario limpiar bien la piel del cordero y oxigenarla, ya que se come. Para ello, se sumerge la pieza en agua templada durante unos minutos en los cuales se eliminan las asperezas de la piel y se deja secar antes de introducirla en el horno.
Otro truco muy útil es pinchar la piel del cordero con un cuchillo o tenedor antes de meterlo en el horno para que no aparezcan burbujas.
Colocar el cordero sin que toque el agua
Debemos colocar la pieza de lechazo sobre una rejilla que a su vez estará colocada sobre una bandeja, preferiblemente de barro, en las que vertemos un poco de agua y en la que se recogerán los jugos que desprende el cordero. Y para evitar que la carne se cueza es esencial que la pieza no toque el agua, algo que se conseguirá con la bandeja que eleva el cordero sobre el líquido. Además, justo antes de introducirlo en el horno, se puede untar el cordero con manteca para darle más jugosidad, si bien este paso es innecesario si la pieza es rica y de calidad. Un buen lechazo solo requerirá agua y sal para su cocción.
Por otro lado, la carne se debe colocar primero hacia arriba y, después, la piel hacia arriba, pues primero cocinaremos la carne para que quede jugosa y, luego, se colocará el cordero con la piel hacia arriba para tostarla y conseguir que quede crujiente.
Controlar la temperatura
El tiempo de cocción y la temperatura son los aspectos más importantes a la hora de preparar cordero asado. Y estos factores van a depender del tipo de horno que tengamos. Un horno de leña cuenta con una temperatura muy constante, mientras que uno doméstico tiene más variaciones de temperatura, si bien en ambos casos lo normal es cocinarlo entre una hora y media y dos por un lado y, tras ello, verter un poco más de agua y tenerlo entre media hora y tres cuartos por el otro. El resultado debe ser una carne dorada y crujiente.
Por lo general, en un horno doméstico se debe precalentar el horno una hora antes a 180-200 grados para que la temperatura se distribuya de forma homogénea por todo el horno. Se asa a 180 grados y en el tramo final se sube a 200º para tostar la piel durante unos 15 minutos.
En un horno de leña se aconseja precalentar el horno a 200-220 grados. Seguidamente, cuando se introduce la pieza en el horno, se debe bajar la temperatura a 140-160 grados.
Otro truco imprescindible es pinchar la piel del lechazo varias veces con un tenedor para evitar que se hinche y se rompa durante la cocción final.
Acompañar con una buena guarnición
La guarnición es una parte fundamental para acompañar la carne. Si bien el protagonista principal va a ser el cordero, saborearlo junto a unas patatas o una ensalada y que se impregnen de su jugo permitirá dar equilibrio a la comida y, además, mejorar el aspecto del emplatado.
La guarnición por excelencia son las patatas. Podemos hacerlas panaderas al horno con un grosor de entre medio y un centímetro o bien fritas.
Otra opción de guarnición más fresquita y ligera es la ensalada, una aliada que nunca falla. Además, es muy fácil de preparar y le puedes añadir tus ingredientes favoritos.
En este vídeo puedes seguir con todo detalle los consejos de preparación de lechazo asado.
¡Y hasta aquí los trucos que necesitas saber para conseguir un cordero lechal rico y crujiente! Las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina y no cabe duda de que con estos consejos que te hemos dado tus platos navideños con cordero lechal dejarán a tus invitados sin palabras ¡Buen provecho!